Santísima Trinidad se elabora con aguardiente, como todos los rones cubanos. Eso confiere al ron de la isla un carácter más agresivo que el de otras latitudes en las que no se añade aguardiente al blend.
Sin embargo, Santísima Trinidad es distinto a todos. Su aguardiente es de una calidad excepcional. Procede de melazas seleccionadas y además pasa por un largo proceso de envejecimiento y purificación. Esto le proporciona al ron un perfil organoléptico más delicado y sutil. Por eso dicen que Santísima Trinidad es el primer ron cubano suave.