1856. La Maison crea su primer champagne Brut, el Perrier-Jouët Grand Brut, en su búsqueda de perfección y calidad.
Para cumplir el deseo de satisfacer a sus clientes ingleses, el Chef de Caves en el cargo por aquel entonces decidió reducir de forma significativa la cantidad de azúcar de las cuvées y dejar al descubierto la finura de sus ensamblajes. De este modo nacía el primer champagne Brut de la historia y el más degustado del mundo. Perrier-Jouët Grand Brut es heredero directo de esta tradición.
En la actualidad, Hervé Deschamps, séptimo Chef de Caves de la Maison, continúa esa búsqueda incesante de la excelencia y ha hecho suya la misión de perpetuar el patrimonio recreando en cada cuvée el estilo Perrier-Jouët, un perfecto equilibrio entre encanto y elegancia. Dentro de la tradición artesanal creativa propia de la Maison, el Chef de Caves ensambla cada vino por separado y de una sola pincelada, siguiendo los dictados de su intuición, lo que convierte cada cuvée en una obra de arte única.
Nota de cata de Perrier-Jouet Grand Brut
Vista:
Vestido de amarillo claro y luminoso, evocador de su vivacidad.
Nariz:
Grand Brut es delicado, elegante y equilibrado. La sorprendente frescura y vivacidad de las fragancias florales y afrutadas (frutas amarillas y frutas frescas) arranca para dejar paso a unas sutiles notas de vainilla y mantequilla, aportando al vino un carácter afrutado y consistente.
En el inicio emergen unas notas de ciruela, limón y bergamota que dan lugar a las flores de árboles frutales, como la lima y la madreselva. A éstas les siguen las notas de mantequilla, magdalena y azúcar avainillado. Notas persistentes de pomelo, melocotones blancos, peras verdes, manzanos y avellanas verdes redondean la cata.
Gusto:
Amplitud y vivacidad se equilibran en boca y se prolongan en una expresión de redonda y distintiva elegancia.
Un champagne fresco y equilibrado, con un largo final en boca, que desplegará todos sus sabores al servirlo entre 7 y 9°.