Situado en la parte oriental de la meseta de Pomerol, donde pueden encontrarse las mejores propiedades, vecino inmediato de Pétrus, La Fleur-Pétrus produce uno de los mejores vinos de Pomerol. A raíz de las terribles heladas de 1956 fue necesario replantar de nuevo todo el viñedo.
El viñedo es todavía joven, según el criterio mantenido por su propietario, la sociedad Jean•Pierre Moueix, que lo adquirió en 1953 al señor Garet.
El vino de la Fleur-Pétrus 2016 es menos corpulento, con una estructura más ligera que los otros Pomerol de la sociedad Moueix, como Pétrus, Trotanoy y Latour en Pomerol, pero es extremadamente elegante, y presenta una textura suave y voluptuosa. Alcanza generalmente su maduración más rápidamente que los vinos antes mencionados y puede normalmente beberse en los 5 ó 6 años siguientes a la vendimia. Las últimas cosechas han sido de una calidad constante, y el vino ha reencontrado su elegancia aterciopelada.