Las guindillas de Ibarra se caracterizan por su sabor suave, su carne tierna y fina piel. Su forma es estrecha, alargada y lisa, con sección redonda y su longitud oscila entre 5 y 12 cm.
Al ser una conserva natural, una vez abierto el bote, conviene consumirlo en 4 o 5 días y conservarlo en el frigorífico bien cerrado.