Este vino es el que sustituye a Casa Bosca entre los vinos de Rafael Cambra. En su primera añada, la 2018, sigue rindiendo un homenaje a los vinos de antaño conservados en depósitos de hormigón o en tinajas semienterradas en las fincas y casas de campo de la zona de Fontanars dels Alforins. Cambra regresa al pasado para que estos vinos no terminen desapareciendo de la cultuera vitivinícola valenciana. De ahí que solamente se usen variedades autóctonas de este valle entre el sur de Valencia y el norte de Alicante.
Vista:
Color cereza.
Nariz:
Aromas de bayas maduras con recuerdos herbáceos y especiados.