Nota de cata de Ojo de Gallo Blanco
Ojo de Gallo Blanco es limpio y brillante.
En nariz evoca a los aromas minerales propios de este gran y excepcional pago.
En boca recuerda la caliza de su suelo y presenta sapidez provocada por la carga calcárea del suelo, post-gusto mineral y salino con larga persistencia. El vino transmite carácter e identidad.
Armoniza de forma especial con mariscos, guisos marineros, arroces, pescados azules y ahumados, aves y carnes ligeras, platos asiáticos y quesos semicurados.