Este whisky ha sido creado a base de una cuidadosa selección de barriles envejecidos que finalizan su periodo de maduración en barriles que antes contenían vino de Jerez. Este proceso de «acabado» confiere a al whisky, los dulces matices de las barricas de Jerez. El resultado de todo este proceso es una expresión de Glencadam Highland Single Malt whisky «enriquecida» y armoniosamente elaborada.
Solo se produjeron 6000 unidades de esta exclusiva edición.