El mezcal Dazantes Añejo es una expresión excepcional de mezcal artesanal, destilado en Oaxaca, México, una región conocida por su rica tradición en la producción de mezcal. Este destilado se elabora a partir de agave espadín, cuidadosamente seleccionado y cocido en hornos cónicos de piedra, lo que le confiere un carácter ahumado distintivo. El agave utilizado para Dazantes Añejo se cocina lentamente en estos hornos con leña, lo que imparte al mezcal notas profundas y complejas de ahumado. Después de la cocción, el agave se tritura, generalmente utilizando un molino de piedra tirado por caballos, antes de fermentarse en tinas de madera abiertas, utilizando levaduras nativas del ambiente. Esta práctica tradicional asegura un perfil de sabor único y auténtico.
La destilación se realiza en alambiques de cobre, que purifican el líquido y le dan una claridad impresionante. Una vez destilado, el mezcal Dazantes Añejo se deja envejecer en barricas de roble durante un periodo que puede variar, pero generalmente es de varios años. Este proceso de añejamiento suaviza el carácter agudo del mezcal fresco y le imparte ricas notas de vainilla, caramelo y especias, complementando su inherente complejidad ahumada. Este mezcal es ideal para ser disfrutado solo o acompañado de un buen plato de comida oaxaqueña, permitiendo apreciar todas las sutilezas de su rica composición. Dazantes Añejo no solo es una bebida, sino una celebración de la herencia y el arte mezcalero de Oaxaca.
Nota de cata: Mezcal Danzantes Añejo
Apariencia: El mezcal presenta un color ámbar dorado, profundo y atractivo, con reflejos brillantes que sugieren su tiempo en barrica y prometen una riqueza de sabores.
Nariz: Al acercar la nariz al vaso, el mezcal despliega un complejo abanico aromático. Las notas primarias son intensamente ahumadas, características del agave cocido en hornos de piedra. Estos aromas ahumados se complementan con toques de madera de roble, donde emergen sutiles notas de vainilla y un ligero toque de frutas secas como higos y dátiles, aportando un contrapunto dulce al ahumado dominante.
Paladar: En boca, Dazantes Añejo es robusto y lleno de carácter. La entrada es suave, con una textura casi oleosa que cubre el paladar. El ahumado se mantiene prominente, pero se equilibra con la dulzura del caramelo y la vainilla provenientes del roble. Las capas de sabor se desarrollan con notas de especias como canela y un leve toque de pimienta negra, añadiendo complejidad. También se pueden detectar matices de cuero y un fondo terroso que refuerzan su perfil artesanal.
Final: El final es prolongado y cálido, con una persistencia del ahumado y las especias que invitan a un lento disfrute. El retrogusto deja una impresión duradera de madera y un recuerdo leve de frutas secas, asegurando que cada sorbo sea memorable.