Degustación: La bastida es siempre más tardío y ofrece una expresión del tempranillo un poco más singular. Los vinos son algo más expresivos y aromáticos, con frutos rojos y notas florales que anticipan una boca marcada por la precisión fresca y profunda de un vino algo más austero y vertical.
La añada 2020 se caracterizó por unas temperaturas más suaves de lo normal durante todo el año, y por unas lluvias muy concentradas en los meses de invierno, que generaron una brotación y un cuajado muy importante. La importante sequía de los meses de verano generó un estrés hídrico y una maduración tardía que se consiguió gracias a las últimas lluvias de septiembre. Una vendimia selectiva y pausado nos hizo estar satisfechos de esta añada complicada, pero muy buena y abundante.