Elaboradas en St. Petersburgo mediante un proceso de producción único. Utilizan trigo ruso y agua de sus propios pozos, a 160 metros de profundidad. Este agua es naturalmente blanda y pasa por cuatro etapas de filtración para lograr el equilibrio óptimo para la destilación. Esto crea un vodka de primera calidad, cálido y suave, con un sabor excepcional.
La etapa final en la producción de J.J Whitley Russian Vodka es el período de descanso. Durante este tiempo, se deja reposar en una unidad de acondicionamiento de mezcla para suavizar el sabor. Este reposo conduce a un vodka aterciopelado y de sabor suave.